31 de octubre de 2009

LA HEROICA LUCHA DE LOS TRABAJADORES DE TERRABUSI


Muestra un  camino para enfrentar la crisis


Luego de dos meses  de heroica lucha de los 2.700 trabajadores, el viernes 16 de     Octubre, con la firma del acta, se dio un paso adelante en  el difícil conflicto en Terrabusi Kraft.



En los primeros meses del año, luego de cambiar la dirección de la  empresa, ésta se fue endureciendo. Hay muchos ejemplos, uno  de ellos es el juicio a Ramón Bogado, donde la patronal  jugó un papel activo para condenarlo.

Que un monopolio  como Kraft ofrezca 16.700 millones de dólares para comprar  otro monopolio (Cadbury), y se niegue a tomar medidas  sanitarias frente a la gripe A, es una verdadera  provocación.

 El posterior  despido de 162 compañeros por haber reclamado eso, fue el pretexto para iniciar su plan de ajuste en la Argentina, que  consistía, como lo expresó la abogada de la Kraft ante la  justicia, en despedir a 750 trabajadores, eliminar un turno,  imponer las 12 horas y liquidar otras conquistas,  descargando así su crisis sobre los trabajadores de  Kraft.

            Para eso necesitaba barrer la Comisión Interna y el Cuerpo de  Delegados. Enfrentábamos un monopolio yanqui poderosísimo  y la dirección propatronal del sindicato, en momentos en  que el gobierno kirchnerista buscaba el abrazo de Cristina  Kirchner con Obama (muy vinculado a la Kraft).    Había que abrir el camino a un   conflicto prolongado, y pelear etapa por etapa.   Teníamos dos alternativas, o dejábamos pasar los 162 despidos, que eran  la punta de lanza de su plan de ajuste o lo  enfrentábamos.

   38 días de paro

            Así fue que el 18 de agosto nos  plantamos y paramos la fábrica, luego de asambleas generales por turno. El Ministerio de Trabajo decretó la  conciliación obligatoria y el sindicato en ese momento,  apoyó nuestra lucha, y la CGT sacó una solicitada de  apoyo.
            La empresa violó  todas las leyes argentinas, desconoció las intimaciones del inisterio y reafirmando su plan de ajuste despidió  trabajadores en medio de la conciliación obligatoria, y  luego, “suspendió” a 36 trabajadores  más.

   El 28 de agosto, mientras los  trabajadores reclamábamos un paro nacional de la  alimentación, la dirección del gremio cambia de posición  corriéndose de la lucha. La dirección del gremio nunca  convocó a un paro. El Ministerio de Trabajo, en vez de  prorrogar la conciliación dio por finalizada su gestión, dejando las manos libres a la Kraft.
             A lo largo del conflicto fuimos  combinando la permanencia de los despedidos dentro de la  planta con asambleas generales que ratificaban el paro.  Durante todo el conflicto la Kraft quiso negar el carácter  democrático y masivo de nuestra lucha, planteando que era  producto de un grupo de despedidos más la  Interna.

El lunes 7 de septiembre la  policía entró al comedor para detener a los despedidos,  los compañeros del turno mañana los enfrentaron y lo  impidieron, demostrando que el conflicto no era sólo de un  grupito, lo que nos unió más a los 2.700  trabajadores.

             Durante el proceso posterior  fuimos duramente castigados por la CGT (que cambió su  posición), por los empresarios de la UIA, por la COPAL  (Cámara de la Alimentación),  actuando incluso la embajada norteamericana. Así fue que el  gobierno nacional, a través del ministro Aníbal Fernández  prometió “correr a esos trabajadores” que osaron  enfrentar los despidos. Ya en ese momento eran  220.000 los despidos en todo el país,  desde principio del año. Por eso esta lucha era un caso  testigo paro el conjunto de la clase obrera argentina.

 El desalojo

            Así fue que el 25 de  septiembre 300 efectivos de la policía bonaerense, unidades
 con perros, caballería e infantería desataron una salvaje  represión contra los compañeros despedidos dentro de la  fábrica, y losg trabajadores, familiares con sus hijos y  organizaciones sociales que estaban en la  puerta.

            La Kraft se convirtió en una  comisaría, donde pasaron a estar los 70 detenidos, que  fueron duramente golpeados, esposados e interrogados, sin  presencia de abogados. Tanto la justicia como la policía  esa noche recibían órdenes de los directivos de la Kraft a  través del jefe de seguridad de la planta. Un verdadero  escándalo. Un Estado dentro de otro.

 Los trabajadores  de Kraft y su dirección ganamos prestigio y el apoyo  inmenso de los trabajadores y el pueblo. El día de la  represión en innumerables lugares se produjeron   concentraciones y cortes en forma espontánea y  solidaria.

            La salvaje  represión indignó al pueblo argentino. Así fue que el  día 28 nuestro país estuvo al borde de un estallido  social. Se produjeron más de 100 cortes de rutas y puentes  en toda la Argentina, desde Jujuy hasta Tierra del Fuego.

            Pararon los trabajadores del Astillero Río Santiago, del  frigorífico Río Platense, los petroleros en Santa Cruz,  los docentes de Escobar, y centenares de comisiones internas  y sindicatos repudiaron el hecho y se solidarizaron con  nuestra lucha. La CTA y la CGT que volvió a cambiar, se  solidarizaron. Recibimos también una enorme solidaridad de  los estudiantes de todo el país. La Federación Agraria  Argentina apoyó a los trabajadores de Kraft, cortando la  calle cuando estaba sesionando su congreso en la  ciudad de Rosario. También se  solidarizó la   Federación Nacional Campesina, artistas, intelectuales, y  diversas organizaciones políticas nacionales de la más  diversa extracción. Hay que destacar el apoyo activo de  sectores de la iglesia católica y de otras religiones.

 Fue inmensa la solidaridad internacional. Se pronunciaron la mayoría de  las centrales obreras de América Latina, y los trabajadores  de Kraft de distintos países. Apoyaron los 350  participantes del 6º congreso internacional de trabajadores  de la industria automotriz realizado en Hannover, Alemania,  incluyendo a 49 delegados de 15 países extranjeros.  Recibimos solidaridad de vastos sectores sindicales de  Grecia y otros países de Europa, de la Federación Nacional  Campesina de Paraguay, entre muchos otros.

            El gobierno quedó  pegado a la Kraft yanqui, a un jerarca propatronal como  Daer, y como responsable de una represión brutal, que dejó  al desnudo su falso discurso “progresista, nacional y  popular”. Esto lo descolocó en su enfrentamiento con
otros sectores de las clases dominantes.
            Por la firmeza de nuestra lucha  y toda esta solidaridad activa, fue posible reabrir las  negociaciones.

   Un paso  adelante

            Fue la derrota  política de la Kraft, Daer y el gobierno, lo que los forzó  a la negociación. La situación cambió a favor de los  trabajadores. La Kraft y Daer debieron hacer concesiones  buscando recomponer su imagen, pero poniendo palos en la  rueda para pudrir la negociación. Ejemplo de ello fue que  juntó en una misma lista para reincorporar a despedidos y  suspendidos. El gobierno buscó la manera de sacarse de encima esa brasa ardiente del conflicto, que se  había convertido en un punto de referencia para los  trabajadores de cientos de fábricas que estaban en la misma situación.

            La patronal debió  retroceder en su plan de ajuste (por ahora), y conceder la  reincorporación de 70 despedidos y suspendidos (en realidad  eran nuevos despidos), y la renegociación de los restantes,  el pago de los haberes caídos durante el conflicto, el
 retiro de la policía de la planta, y desactivar la  “disciplina carcelaria revanchista” dentro de fábrica,  dando marcha atrás a las “Normas internas para una sana  convivencia”.

            La Kraft y Daer debieron ceder el reingreso de la Comisión Interna, con sus  derechos gremiales. Estas conquistas son un paso adelante  que nos crea mejores condiciones para continuar la lucha por  la reincorporación del resto de los compañeros.

 La mayoría de los  trabajadores avalaron el acta

            Luego de la firma  del acta por la mayoría de la Comisión Interna, después  de haberse negado la Kraft, y debido a nuestra presión y la  intervención del Ministerio de  Trabajo, el miércoles 21 se realizaron asambleas en el turno mañana y en el turno tarde.

En el turno mañana  participaron 623 compañeros. 18 se abstuvieron, 2 votaron  en contra, y 603 votaron a favor de haber firmado el acta. En el turno tarde la asamblea contó con 407 compañeros. 12 se abstuvieron, 3 votaron en contra, y 392 ratificaron el  acuerdo.  
En el turno noche,  lamentablemente, no se realizó asamblea por decisión del compañero Hermosilla, que boicoteó la convocatoria,  coincidiendo con la patronal. Es un grave error no permitir  que los compañeros hablen libremente, agredirlos impidiendo  que argumenten su posición, y que decida la mayoría de los  trabajadores. Eso no tiene nada que ver con la democracia  sindical.

 Con la firma del  acta estamos en mejores condiciones para seguir la pelea por  la reincorporación de todos los compañeros.  Desde el inicio  del conflicto estuvo en discusión cuál era el camino para  enfrentar los despidos. Si  el  centro de la lucha pasaba por adentro de la fábrica, o  estaba afuera. En estos 60 días lo que más le dolió a la  patronal y lo que permitió llegar hasta acá es la unidad  entre despedidos y no despedidos. Con esta unidad de los  2.700 garantizamos el paro durante 38 días, los compañeros  protegieron a los despedidos echando del comedor a la  policía dos veces, como hicieron los del turno mañana. Se  movilizó al edificio de la gerencia con los del turno tarde  durante la gripe A, y realizamos varios cortes de la  Panamericana con compañeros de los tres turnos, con un  esfuerzo importante de los del turno noche. Es un error  dividir entre turnos, los tres turnos unidos paramos los 38  días e   hicimos posible esta lucha. Y mantener esa unidad es lo  que puede permitir obtener nuevos triunfos.

 Esto fue  cuestionado por sectores que siempre quisieron que el centro de la lucha estuviera afuera. Lamentablemente Hermosilla pretendió arrastrar a los trabajadores a la línea de  derrota que ya se vio en Maffisa, el Casino, Fate y otras  luchas. Lo dijo claro ese viernes 16 a la salida del  Ministerio luego de negarse a firmar el acta: “Me cago en  los de adentro, acá dirigen los de afuera”.      En lugar de unir a los de  adentro de la fábrica con los de afuera, dividirlos. En  lugar de unir a la Comisión Interna y el Cuerpo de  Delegados, dividirlos. En lugar de asambleas en donde los  2.700 trabajadores decidamos, reuniones de apuro de unos  poquitos. En lugar de dar un paso adelante afirmándose en  lo ganado para fortalecerse, pudrir la negociación y  facilitarle el juego a la patronal, Daer y el gobierno para  que retomen la ofensiva. En lugar de una lucha larga, que  vaya desgastando a enemigos poderosos, un show mediático a   todo o nada. En lugar de valorar el esfuerzo de todos los  trabajadores, ubicando el centro de la lucha en los 2.700,  descalificar a  los compañeros  de adentro. ¿Qué tiene de clasista esa línea? Nada, es  funcional al juego de la   patronal.

            Sorpresivamente mientras  estaban presentando su lista de Comisión Interna, donde  reafirman todas sus posiciones, repartían un volante  llamando a una lista unitaria. ¡Vamos muchachos!... No es  serio. Basta de maniobras.

            Cumpliendo con lo  aprobado en las asambleas, la mayoría de la Comisión  Interna garantizó el paso adelante. Hubo también errores y  autocríticas.
 
  Elecciones de  Interna

 El lunes 19 el  sindicato convocó e elecciones de Comisión Interna para el  3 de noviembre, ignorando la propuesta de la mayoría de la  Interna de postergar las elecciones, porque consideramos  equivocado dividirnos en una campaña electoral, cuando el  conflicto sigue abierto y el centro es la pelea por la  reincorporación de los 52 compañeros que están afuera.

Alertamos al  conjunto de los trabajadores de un posible fraude en estas  elecciones.

  Por todo esto el 3 de noviembre  llamamos a defender los intereses de los trabajadores de  Terrabusi, votando la lista que componen:  

 Turno  Mañana:   Ramón Bogado             

                              María Rosario

                             Guillermo López (Chinchu)
            
                             Romina Ramallo



 Turno  Tarde:      Jorge Penayo           
  
                            Alcadio Alfonso                            

                            María del Carmen Alvarez (Marita)

                           Gladys Rojas


 Turno  Noche:    Miguel Angel Silva                

                             Noelia  Bergandi                

    

                             Silvia Burela


La lucha de las  trabajadoras y trabajadores de la Kraft es ya una página  gloriosa de la historia del movimiento obrero. Y es también  una página de dignidad nacional contra la Kraft yanqui que  pisotea las leyes argentinas, para descargar su crisis sobre  los trabajadores y la economía nacional.

¡Viva la heroica  lucha de los trabajadores de Terrabusi!

¡Todos  adentro!

Votá esta lista  para impedir el revanchismo patronal

 28/10/09






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