8 de febrero de 2010

EDITORIAL

Por Lidia Braceras
Quilmes, 3 de febrero de 2010.-

Los docentes de la Pcia. de Buenos Aires y de gran parte de las otras provincias argentinas, hemos protagonizado, junto a los compañeros de los demás gremios estatales, grandes jornadas de paro durante la última parte del 2009. Por primera vez en nuestra provincia, terminamos el año sin que el gobierno, aún reconociendo la justeza de nuestro pedido, nos otorgara el aumento de salario que reclamamos.

Por eso el año terminó con la consigna: “Así terminamos así no empezamos” que se generalizó en las escuelas.
Ya el 8 de enero estuvimos en los Consejos Escolares reclamando por los descuentos de los días de paro, cosa que volveremos a hacer este próximo viernes 5/2.
El gobierno nacional anunció pomposamente la creación del “Fondo del Bicentenario” basado en 6.500 millones de dólares de las reservas del Banco Central no para atender las necesidades de los que no tienen trabajo, para equipar los hospitales, para invertir en la industria nacional, para aumentar los presupuestos de educación, de salud, para pagar sueldos dignos a los docentes y empleados estatales, para garantizar que no exista más deserción en las escuelas, sino para pagar la deuda externa.

En la Argentina salimos de la crisis del 2001 porque se dejó de pagar la deuda.

Gracias a la investigación exhaustiva de un patriota, como Alejandro Olmos, existe un fallo de la justicia, pronunciado por el Juez Ballestero, que declara la deuda ilegal, ilegítima, fraudulenta y “odiosa”.

Toda deuda contraída por gobiernos dictatoriales se considera “odiosa”.

La deuda externa argentina tiene su origen en la dictadura militar más sangrienta de la historia argentina, y el porcentaje de la deuda que la Presidente pretende pagarle al club de París, tiene su origen en el financiamiento de armamentos para llevarnos en 1978 a la guerra fratricida con Chile, que el pueblo argentino logró impedir. Otra parte de ese dinero fue a parar a los bolsillos de Martínez de Hoz, Klein y otros.
En Ecuador se investigó la deuda de los últimos 20 años, se la declaró ilegítima y se declaró oficialmente el no pago.

Por lo tanto, nosotros como argentinos y docentes nos tenemos que oponer firmemente al pago de la deuda y exigir que los fondos vayan a salud, educación, nombramiento de los cargos necesarios que permitan aliviar el trabajo en las escuelas, fondos para infraestructura y mantenimiento de los edificios escolares, útiles escolares, equipamiento de hospitales, valor del cupo de comedor adecuado para que los niños y jóvenes reciban alimentos realmente nutritivos en los comedores, becas para garantizar la inscripción, la permanencia y el egreso de los alumnos en las escuelas secundarias, aumento de las jubilaciones y pensiones, asignación por hijo realmente universal para los que no tienen trabajo.
Que la plata que el pueblo acumuló, producto de su trabajo, vuelva al pueblo en obras, servicios, salarios dignos, y no se destine, como pretende el gobierno nacional, a los fondos buitres, que, en este caso en particular, es para beneficiar a banqueros amigos del gobierno, como Heller y Ezquenazi.

Que dejen de saquear al ANSES y al PAMI, porque a costa de jubilaciones y pensiones de hambre se financia al Estado.
En diciembre de 2008 el gobierno de Scioli cometió un cuantioso saqueo de los fondos del IPS y en diciembre del 2009 vetó la ley aprobada en la Legislatura Bonaerense de restitución de los 6 sueldos a los jubilados que no los habían percibido.


Como lo ha hecho siempre, el pueblo argentino no dejará pasar este nuevo saqueo de sus riquezas, peleando en las calles y exigiendo lo que le corresponde.

En esa pelea estaremos los docentes en el 2010, exigiendo que se nos respeten nuestros derechos como trabajadores y defendiendo, junto a la comunidad educativa, los derechos de los pibes a una escuela y a una educación digna.

Lidia Braceras
Sec. Gral. SUTEBA Quilmes

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